AL BORDE DEL ABISMO
Desmayada la tarde del inclemente otoño,
nubes blancas galopan bajo un cielo de añil;
la nostalgia se ahonda, el dolor me domina
y junto a mí aparece, de tu sombra, el perfil.
Viene siempre a buscarme, cuando pálida y triste,
la idea del sepulcro ya siento en mí crecer.
¡Oh!, sombra no me busques, déjame con mi abismo;
si sólo eres la nada de lo que pudo ser.