CANTO PARA MI MUERTE
Moriré en una fría madrugada,
será un día de invierno, no sé cuándo;
será cuando el cansancio de mi vida
desborde el corazón que está penando.
La noche que preceda al claro día
en que mi alma cansada ha de volar;
me encontraré junto a mi pobre mesa
la que, más de una vez, me vio llorar.
Tal vez escriba mi último poema,
el que quizá quede sin terminar;
será mi último adiós a aquellos seres,
a los que tanto y tanto supe amar.
He de abrazar también esa carpeta,
donde cada dolor se hizo poema;
donde mi mustia pluma a la tristeza
dibujara, en mi escudo, como emblema.
Y deberé apurarme porque el alba
encenderá su reluciente broche,
para robarme al despuntar el día
los póstumos fulgores de mi noche.