DÉCIMAS AL DOLOR
En esta noche de recuerdo ardiente
me he dicho: ya no escribes poesía.
Y qué has hecho de tu melancolía
que inspirara la frase tan doliente,
la que se escribe cuando el alma siente.
No escribo porque, huérfana de amor,
negros abismos veo en derredor;
y no hay ninguna luz en mi camino
que cambie el rumbo de mi triste sino.
¡Queréis que escriba? Escribiré al dolor.
Dolor es recordar las cosas bellas,
es pensar que tu amor morir pudiera,
es sentir el otoño en primavera,
es ver la noche oscura y sin estrellas
y es la motivación de mis querellas.
Dolor es la ignominia y la traición,
es ver despedazado un corazón,
es el instante de la despedida,
sangrar de aquel amor aún la herida
y es acallar por siempre esta pasión.
Dolor es una tumba abandonada,
es el postrer momento de la vida.
Dolor es la pasión que, contenida,
pugna dentro del pecho, acongojada.
Significarlo todo y no ser nada.
Dolor es el primer sentir del hombre.
Dolor causa el amor, aunque os asombre;
y es dolor el silencio de mi alcoba,
si mi beso de amor ya nadie roba,
dolor, en fin, es no gritar tu nombre.