OCASOS DE MI ALMA
Este tiempo fugaz que se me escapa
de entre mis manos trémulas, vencidas;
y no le da descanso a la fatiga
que causan, de mi pecho, las heridas.
Brilló una vez en un día olvidado
la débil luz de una nueva esperanza,
pero el tiempo implacable que transcurre
me la robó también, en loca danza.
En la nostalgia de mis noches breves,
me suelo refugiar buscando calma;
y me sorprenden mil amaneceres,
cuando llena de ocasos tengo el alma.